Los actores turísticos de la Avenida del Mar reconocen que el mes de enero para la actividad turística fue duro, pues la baja llegada de argentinos impactó en las ventas y precios de los servicios. Pero la mayoría de los empresarios de la costanera revelaron que sacaron cuentas alegres en el mes de febrero, principalmente por la llegada de turistas chilenos.

Antes de comenzar la temporada de verano 2019, la ralentización de la actividad turística es una situación que se venía anunciando desde hace meses en la Región de Coquimbo. Empresarios y actores del sector preveían desde mediados de 2018, que esta temporada estival vendría alicaída, situación que se confirmó, al menos durante el mes de enero.

Las temporadas altas de 2017 y 2018 fueron excepcionalmente buenas, y eso hace que este verano se compare de peor forma. Para los empresarios, enero estuvo lento. Llegó la mitad de los argentinos que la Avenida del Mar estaba acostumbrada a recibir, pero sí llegaron más chilenos.

Jorge Morales, gerente comercial de Hotel Club La Serena, explica que, en el primer mes del año, tuvieron una baja cercana al 25% en llegada de pasajeros argentinos, respecto del año pasado.

El fenómeno más evidente fue que en años anteriores los argentinos reservaban con mucho tiempo de anticipación y varias noches, lo que permitía a los alojamientos turísticos mantener tarifas altas en el verano. “Sin embargo, este año como no se hicieron reservas masivas, nos hemos visto obligados a bajar los precios entre un 10% y 15%”, revelan los empresarios.

Así, dicen, la ocupación en enero fue de alrededor de 70%, mientras que el año pasado fue de 98%.

Los más afectados han sido las cabañas y los hoteles 3 estrellas, explican, porque un factor que ha influido muchísimo en la baja de la ocupación es el alojamiento informal. Ya que los turistas conseguían departamentos para dos personas, en primera línea en Avenida del Mar por $50 mil la noche, un precio imposible de igualar para el sector hotelero.

Pero la actividad en febrero se recuperó bastante por la llegada de chilenos, que hacen la reserva con muy poco tiempo de anticipación.

En algunos hoteles de Avenida del Mar, se pudo evidenciar que la ocupación (específicamente en este sector, no así en el resto de la región), rondó el 90%.

De hecho, en Hotel Club La Serena aseguraron que mantuvieron las mismas tasas de ocupación que en febrero de 2018: “Sin duda, febrero ha estado mejor que enero. No así como en Atacama. El tema turístico no nos ha golpeado tanto como a ellos”, dice Morales.

Sin embargo, acusa un impacto mayor en el rubro gastronómico. “Nosotros notamos una baja importante en el flujo del restaurante en enero. El turista argentino estaba acostumbrado a comer afuera, y con el tipo de cambio, no lo hicieron. Encontraron que la oferta de alimentación y gastronómica estaba cara, no así tanto la oferta hotelera”, detalla Morales.

El mes de febrero es por excelencia, el de los chilenos: llegan en masa a los balnearios del país, incluido La Serena y Coquimbo. Los restaurantes también sacan cuentas alegres.

Sin embargo, al recorrer algunos de los restaurantes más emblemáticos de Avenida del Mar, el comentario de los administradores es claro: enero estuvo lento, pero febrero repuntó.

Para los restaurantes y bares de la Avenida del Mar, las ventas en enero estuvieron un 35% bajo el promedio de los veranos, y que después del terremoto fue peor. “Pero febrero fue otra cosa, un mes fuerte”.

Fuente: Diario el Día (Chile).