El Contador sanjuanino Gastón Briozzo es el CEO de la empresa Condor Peak SPA, dedicada a los negocios comerciales de importación y exportación con sedes en Argentina y Chile. Entre los que se destaca la exportación hacia el mercado asiático de productos alimenticios industrializados como vinos, aceites de oliva, pasas de uva, etc. Y la importación de dichos mercados de vehículos todo terreno, maquinaria, herramientas, etc.

Para conocer brevemente su historia, cuando Gastón se recibió, se sintió seducido por el comercio exterior. Luego de unos postgrados en ese tema, se enganchó en una misión comercial a Europa con el mundo del vino. Luego de esa experiencia de varios años, incursionó en Argentina con la importación de vehículos recreativos de China, pero eso se puso difícil, y llegó un momento que sintió la necesidad de seguridad jurídica. Allí fue cuando vio a Chile cerca. Se fue con su portafolio a buscar un estudio para poder hacer su propia sociedad para replicar el tema de los vinos. Pero los inconvenientes que tuvo lo obligaron a aprender a solucionarlos. Fue así que estudió la legislación societaria de Chile, que le resultó muy simple. Ese primer año, viajó 16 veces a Santiago de Chile. Después, con la Casa de Chile de San Juan, el director Luis Enrique Valdebenito lo alentó para irse a la Región de Coquimbo. Le hizo caso y se mudó a La Serena. “La verdad que tenía razón, era todo más amigable allí que en la metrópolis. Empezamos a crecer mucho más, aparecieron clientes, hay algunos de ellos que hacen muchas cosas, participan de licitaciones, etc; y otros que tienen lo suyo ahí, en stand by”, explica Briozzo.

¿Cómo nace tu empresa binacional?

Condor Peak SPA es una consultora de asesoramiento empresarial con sede en La Serena, nos dedicamos a facilitar el desembarco de inversiones extranjeras en Chile, especialmente en la IV Región. Desde octubre del 2013 trabajamos en esto, cuando fuimos a hacer nuestra propia sociedad y, a raíz de algunos obstáculos que tuvimos y derechos que nos tocó pagar, nos dimos cuenta que es un servicio que podíamos ofrecer, así que esa adversidad pasó a ser una oportunidad y luego nuestra fortaleza. La gente nos ha ido respondiendo, llevamos más de 36 sociedades inscriptas y es algo que cuanto más se da el tema de la integración, la gente va perdiendo miedo y se van sumando consultas y concreciones. Estamos trabajando no solo constituyendo sociedades y abriendo cuentas bancarias, sino también ya tratando de aprovechar las herramientas que Chile ofrece a los empresarios.

¿No los critican por “llevarse” una empresa local a otro país?

No es que la empresa se vaya a Chile, no es que uno se lleva los capitales a ese país, sino que hay que entenderlo como una internacionalización de una empresa que antes era solamente local. Entonces eso da una plataforma de trabajo para abrir su mente, sus capacidades. A Chile hoy por hoy, con su sistema impositivo, comercial y aduanero, hay que verlo como una zona franca gigante, que podría ser industrial para transformar materias primas argentinas o brasileras o uruguayas, para tener un nuevo producto made in Chile y poder exportarlo a los 64 países donde Chile cuenta con TLC. Esa es una gran oportunidad para San Juan y Argentina. Hay que dejar de tener barreras mentales y facilitar la burocracia por parte de los gobiernos.

¿Nos podrías ejemplificar con un caso de éxito de tus clientes?

Uno de mis clientes tiene plantaciones de granados en San Juan y tiene pocas posibilidades de comercializarlos, porque solamente se exportaban en fresco y los valores no daban. Resultó que una misión de chinos que conocimos en Chile comentó que en China es el boom el consumo de jugo de granadas naturales por los antioxidantes. Entonces el problema de mis clientes pasó a ser una oportunidad. El gobierno de Chile tiene ayudas para facilitar este tipo de inversiones y evaluamos la posibilidad de hacer una planta elaboradora de jugos en Chile con la materia prima semi-industrializada de San Juan a partir de la extracción de la pulpa, que se manda en camiones refrigerada desde San Juan hasta Los Andes, donde estaría la planta para hacer el proceso y enviar las botellitas ya listas a China. El CORFO aceptó la propuesta y brindó subsidios. Se hizo todo el estudio el año pasado y con eso ahora se está evaluando las formas de financiarlo, pero se va a materializar la idea. Es una gran salida para un producto que ahora no tiene viabilidad comercial. Además tenemos ventajas inmejorables en San Juan para poder plantar granados, entonces por qué no explorar y tratar de llevarlo a la concreción. Como éste hay otros casos exitosos.

¿Cómo es el perfil de tus clientes interesados en cruzar la Cordillera?

Tenemos la mayoría de las empresas líderes de San Juan como clientes, desde industriales, comerciales, servicios, servicios mineros, gastronómicos, audiovisual. También tenemos pequeños inversores o dueños de departamentos que necesitaban pagar sus servicios o expensas, cosas básicas. No se puede obtener una cuenta corriente en Chile siendo un extranjero que no tiene ingresos formales, entonces es prácticamente una quimera poder sacar esa cuenta. Nosotros sí encontramos la vuelta a través del sistema de sociedades unipersonales, que es una persona jurídica chilena que es sujeto de crédito. Eso da un montón de posibilidades de inversiones inmobiliarias muy interesantes por el apalancamiento financiero que allá hay a tasas bajas, con muchos años de amortización. Son servicios que vamos a empezar a explorar para ofrecer también a nuestros clientes para realizar compras de inmuebles de Chile con ventajas.

¿Y viceversa? ¿Conviene a los chilenos invertir acá?

Chile tiene un gran problema: no tiene agua. Entonces hay inquietudes por tierras en la Argentina, porque ellos son naturalmente productores. Hay una buena posibilidad ahí. Pero para eso también tienen que cambiar algunas cosas impositivas, por ejemplo.

¿Qué es lo positivo que ves en Chile y qué ves de bueno en Argentina desde el punto de vista empresarial?

Si uno ve desde el punto de vista de oportunidades o fortalezas, yo pondría del lado chileno la seguridad jurídica, el orden, la continuidad, el camino hacia algo mucho más ordenado y eficiente. Ojo, Chile no es el primer mundo y aún hay mucho por hacer, no deja de ser un país chico, pero tienen muchas posibilidades por los TLC, el tema es que aún no despega con eso, porque le falta chispa para despegar, y esa energía es la que nos sobra a nosotros. El empresario argentino es un gladiador nato, tiene que levantarse todas las mañanas, ponerse el casco, el escudo y la espada y salir a la calle. Y la tiene que luchar, viendo todas las reglas de juego que le cambiaron en esa mañana mientras dormía, y salir a pelearla, porque cuando no es el dólar es algún impuesto o lo que se le ocurrió al funcionario de turno que puede echar por tierra el esfuerzo de toda una vida. Esa energía argentina, al llegar a un país como Chile con tantas herramientas y posibilidades, permite aprovechar lo mejor de cada uno, y formar un equipo interesante. Ese es el desafío que tenemos como región y como vecinos.

¿Qué opinión te merece el proyecto del Túnel de Agua Negra?

Yo no espero el Túnel de Agua Negra. Nos han mentido demasiado con esta obra estratégica. Es cierto que nunca ha estado tan cerca como ahora, pero hay temas técnicos muy grandes todavía a resolver y no veo que se esté trabajando realmente para eso. Así ande el Túnel de maravillas, y mañana se llame a licitación, estamos hablando de una obra que en los papeles dice que puede durar 10 años, pero en realidad pueden ser 15. Porque cuando empiecen a hacer ese agujero, en 14 km se pueden encontrar fallas o glaciares, por ejemplo. Pero las posibilidades existen hoy, no hace falta esperar a que esté listo el Túnel para poder empezar a concretarlas. Después, si el Túnel sale, la obra en sí traerá un montón de negocios formidables. Una alternativa es el Paso La Chapetona, que podría ser concretable en menos de cinco años, y es un paso bajo, que da a Calingasta. Yo salgo de San Juan, hago la ruta de los tres lagos, desemboco en Calingasta y de ahí sigo y cruzo la montaña. Mientras tanto, los brasileros están haciendo una vía férrea que va desde Sao Pablo hasta Perú. Estamos muy enfocados en algo sin ver la película completa, porque están ocurriendo otras cosas que van mucho más rápido que lo que nosotros estamos avanzando. En su momento el Túnel sedujo mucho, al principio era uno normal, después eran dos, terminamos haciendo una autopista por debajo de la tierra y no están hechos los estudios suficientes para saber realmente cuánto va a costar. Y todos esos estudios llevan mucho tiempo. Ahí es cuando surgió el famoso tema de los costos extras y claro, el costo extra puede ser otro túnel o menos plata. Es todo incertidumbre, lo único claro es que están las ganas de hacer el Túnel. Existe otra posibilidad de paso, como el de La Chapetona, que sale al puerto de Los Vilos, que ya está hecho y que tiene la misma distancia hacia Santiago y hacia La Serena. Yo prefiero eso ya, a pensar tantos años hacia adelante.

¿Y la conectividad aérea?

El tema vía aérea es el primer desafío que tendríamos que tener como región. La iniciativa que tuvo Latam uniendo San Juan con Santiago era obvio que no iba a funcionar, porque con los horarios que pusieron, uno tenía que perder una noche de hotel de ida y otra de vuelta, nada más que para esperar ese vuelo, donde no había ningún tipo de conectividad doméstica para poder seguir viaje a cualquier otro lugar de Chile, solo podías conectar con vuelos internacionales. O sea, dependía solamente de un boom comercial de ir a comprar electrodomésticos o cosas a Chile, lo que se terminó junto con el vuelo. Hay que pensar más a largo plazo, con algo que tenga más sustentabilidad y viabilidad. Si hubieran hecho una escala en La Serena, habría sido distinto, porque hay más de 500 departamentos en manos de sanjuaninos en La Serena, eso te llena un vuelo por semana, saliendo uno un viernes y otro un lunes, por ejemplo, y si tiene escala hacia Santiago, mucho mejor. Hoy la integración más fuerte es el tema aéreo. Porque los negocios viajan en avión, las cargas viajan en las rutas, pero el avión e internet es donde más fuerza hay que poner ya para que los negocios se desarrollen.

¿Qué consejo das a los empresarios que tienen la chispa de cruzar la Cordillera con sus negocios?

El consejo principal es que tener la posibilidad de internacionalizar la empresa no deja de ser una herramienta y una plataforma nueva. Si la ecuación de costos cierra, no habría por qué no tenerla, porque siempre puede llegar a llover sopa, pero si estoy con el tenedor, voy a ver cómo toman sopa los otros. Acá hay muy buenas posibilidad ya, hoy, concretas. Esto crecerá día a día. Hay empresarios que ya cuentan con ventajas porque ya vienen haciendo cosas. El quedarse a mirar, no sirve. Tratamos de hacer sinergia entre los empresarios de San Juan, nos conocemos, nos damos una mano, nos ayudamos entre nosotros. Creo que puede haber una comunidad de empresarios sanjuaninos en la IV Región avanzando de forma mancomunada. No hay que verlo como algo que uno se está llevando las inversiones. ¿Qué vale más? ¿Tener la plata en plazos fijos en San Juan, que es cero productivo, o abrir otra pata en otro lugar que me permita internacionalizar mis negocios? En definitiva, el empresario de San Juan es de San Juan y acá tiene su casa matriz, su familia, su cultura, su todo. A sus ganancias las va a repatriar acá, porque acá vive, y acá es donde quiere gozar el fruto de su esfuerzo. Algunas miradas limitadas piensan que uno ayuda a que se escapen las inversiones y no es así, al contrario, uno ayuda a que se hagan grandes las empresas sanjuaninas.

¿Cómo pueden contactarte quienes necesiten tus servicios de asesoramiento?

Por mail: condorpeakspa@gmail.com, o por Whatsapp: +5492644840832.