Tras el terremoto de magnitud 8,8 ocurrido en Kamchatka, Rusia, las costas chilenas, incluyendo la región de Coquimbo, se encuentran bajo una alerta de tsunami que sigue vigente. Las autoridades aún no pueden precisar el horario del fin de la emergencia, dado que el mar muestra un comportamiento errático e inestable, con registros de variaciones extremas en el nivel del agua cada 20 minutos—muy por encima del ciclo normal de seis horas de marea.

El gobernador marítimo de Coquimbo, Ricardo Alcaíno, advirtió que hasta que las condiciones del mar no se normalicen, la alerta seguirá activa y se desaconseja retornar a las zonas evacuadas.

A pesar de la alerta vigente, algunas personas intentan volver a sus hogares en zonas costeras evacuadas por temor a pérdidas materiales y necesidades cotidianas. Estas conductas han encendido la alarma en las autoridades, quienes insisten: la alerta solo se levantará cuando las condiciones del mar sean verificadas como estables, sin previsiones claras de cuándo sucederá esto.

Aún la alerta preventiva continúa, y las entradas del Faro, Cuatro Esquinas y Peñuelas permanecen cerradas. El último reporte oficial, emitido a las 20:50 horas, confirmó que la alerta no ha sido levantada. En los accesos, se observa una gran aglomeración de personas que esperan desde hace horas poder regresar a sus hogares.

La Terminal de Colectivos de La Serena también ha reflejado el desorden general: usuarios sin información sobre sus viajes, locales cerrados y ausencia de guías que orienten a la población. La incertidumbre ha generado molestias y preocupación entre decenas de personas que aguardaban conexiones hacia otras regiones.

Sin fecha estimada para el levantamiento de la alerta y con un panorama de desorden en puntos críticos como la terminal de La Serena, la principal prioridad es evitar decisiones impulsivas que pongan en riesgo vidas.