El dato se desprende de estadísticas difundidas por el Ministerio de Economía, Turismo y Fomento de Chile. Entre junio de 2016 y junio de 2017 los argentinos gastaron casi u$s 1000 millones en Chile.

Datos de consumo chilenos muestran que los argentinos gastaron casi u$s 1000 millones el último año en Chile, lo cual equivale a casi un tercio de lo que se gastó en los shoppings porteños en el mismo período.

Según datos publicados por el Ministerio de Economía, Turismo y Fomento de Chile los argentinos gastaron u$s 984 millones con sus tarjetas de crédito en los doce meses hasta junio. Es el 40% del gasto total con tarjeta de no residentes.

Las ventas de los centros comerciales del Gran Buenos Aires registradas por el Indec fueron de $ 3.504 millones en el mismo período.

Las cifras calculan el gasto de los argentinos en Chile en torno a los u$s 1109 millones en los 12 meses hasta marzo de 2017. Y el acumulado de un año de visitantes pasa de 3 millones a 3,3 millones.

Las estimaciones para este año indican que llegarían cerca de 4 millones de argentinos a Chile a lo largo de todo 2017.

El consumo de los argentinos en Chile es sólo una parte del total. Según datos del BCRA, en los 12 meses hasta junio de este año los argentinos demandaron divisas por u$s 9.780 millones para turismo.

¿Por qué los productos argentinos cuestan el doble que en Chile?

Por nombrar un ejemplo, una remera premium fabricada en la Argentina, cuesta 74% más cara que en Chile y un 105% más que en Estados Unidos. Para la Cámara Argentina de Comercio, un “factor crítico” son la elevada carga impositiva y los mayores costos laborales.

La Fundación ProTejer estima que el 55% del precio final de una prenda de vestir no está relacionado con el costo de producción. Un 25,5% son impuestos (IVA, Ganancias, Ingresos Brutos y el impuesto al cheque), un 15% se relaciona con el costo financiero (tarjetas de crédito y débito) y un 14,9%, con los costos generados por los alquileres (más expensas) comerciales y los shoppings. El 45% restante tiene que ver con el costo de fabricación (20%), comercialización y distribución (15,1%), diseño y marketing (4,7%) y rentabilidad empresaria (4,8 por ciento).

“No sólo la ropa es cara. Todo en la Argentina es más caro. Hay una enorme deformación en el proceso productivo argentino. Todo lo que consume mano de obra en la Argentina está caro. Y la industria textil es de las que más mano de obra consumen”, aseguran los especialistas. Según la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), el sector genera el 13% de toda la mano de obra industrial: 320.000 trabajadores directos (135.000 en la industria y 185.000 en la confección).

El 70% de las exportaciones mundiales de prendas de vestir vienen de países con salarios inferiores a los US$ 300. En la Argentina, según ProTejer, rondan los 1300 dólares. A eso hay que agregarle los costos encubiertos de la conflictividad (altas primas de seguros), la rigidez del mercado y las contribuciones y aportes, que tienen una brecha en la Argentina del 34% (superior a la de Brasil, Chile y Uruguay).

Fuente: MDZ online y Diario La Nación (Argentina).