Fuente: Diario El Día (Chile).
Un proceso difícil se lleva a cabo en la comuna de Coquimbo con el fin de revitalizar este típico sector patrimonial de la comuna puerto, que comenzó como un barrio bohemio y que hoy busca transformarse en el punto de encuentro de la familia.
Calles silenciosas con adoquines, casas patrimoniales de pino oregón con hermosos balcones, colores y gigantescos murales que revelan la historia de los británicos que llegaron a la comuna de Coquimbo y fueron un importante aporte al desarrollo del puerto. Eso es el Barrio Inglés, uno de los puntos turísticos más importantes de la ciudad, pero que en las noches se convierte en el barrio bohemio que ha generado alertas en los vecinos y las autoridades, ante el excesivo consumo de alcohol, la delincuencia y las riñas que se difunden a través de redes sociales, que incluso han llevado a la muerte a algunos de sus protagonistas.
Fue en el año 2004 cuando el entonces alcalde de Coquimbo, Pedro Velásquez, puso en marcha un importante plan de revitalización del lugar que había sido construido por los arquitectos británicos Robert Owen y Joseph Bradford a comienzos del siglo XX . El objetivo del exalcalde Velásquez era crear un barrio bohemio, tal como el Barrio Bellavista en Santiago o el Barrio Suecia en Providencia. Este plan implicó proteger, conservar y renovar la arquitectura del sector y resucitar la actividad comercial y turística en la zona ubicada entre las calles Las Heras, González, Aníbal Pinto y Melgarejo, que actualmente constituye la Zona de Conservación Histórica. Fue ahí que abrieron sus puertas a la comunidad y a los turistas numerosos pubs, cafés, restaurantes, discotecas y centros culturales.
Sin embargo, con el paso del tiempo la violencia e inseguridad se tomaron el lugar. Riñas, consumo excesivo de alcohol, muertes eran la tónica y así queda graficado en los diversos medios de comunicación que presentaban constantemente los problemas que causaba la fiesta descontrolada en el lugar, todos los años, que terminaron con fallecidos en el año 2015 y 2016, entre los hechos más destacados.
REACTIVACIÓN ENFOCADA EN LO FAMILIAR
A quienes se les consulta por las mayores problemáticas que presenta el Barrio inglés, las respuestas son las mismas. En primer lugar la inseguridad, luego la falta de luminarias y mejoramiento del sector y en tercer lugar la necesidad de generar más actividades y locales comerciales, especialmente enfocados en la gastronomía, durante todo el día.
“Tú vienes en la mañana y esto está muerto”, señala Rocío Andrade, quien trabaja en el centro de la comuna puerto. “Uno quiere comer y hay muy pocas opciones, tampoco se puede hacer mucho, no hay actividades y qué vas a traer a tus hijos acá”, agrega. Destaca la realización, en el último tiempo, de conciertos como el de Sepultura en el local Blumer House y que no causó problemas, pero aún persiste la sensación de inseguridad y de ser víctimas de delitos .
Es esta mala imagen es la que el municipio de Coquimbo, en conjunto con la Corporación Municipal de Turismo buscan eliminar. Antonieta Neira, gerente de la corporación, señala que fue una instrucción del propio alcalde Marcelo Pereira, quien cuando ya era candidato señalaba que uno de sus pilares fundamentales era que el barrio funcionara durante todo el año, no sólo en verano. “El eje principal del Barrio Inglés es trabajar con los locatarios que quedan en el sector para poder rescatarlo, porque es un barco que se viene hundiendo hace mucho tiempo”, comentaba a diario El Día en septiembre del 2016 el actual alcalde.
Para ello se ha trabajado con locatarios, policías, gestores culturales, Secretaría Comunal de Planificación, Fomento Productivo del municipio, Departamento de Obras, Seguridad Ciudadana e Inspección Municipal, además de la incorporación de personal de apoyo con un arquitecto para las construcciones y un ingeniero comercial para generar la reactivación económica.
Pero sin duda es el trabajo con los locatarios el más complejo, según señala la propia gerente de la Corporación de Turismo. “No ha sido fácil para nada, porque hay que reconquistar a personas que llevan años que no están bien. Hay un tema de luminarias, de seguridad y sobre todo en encantar y atraer a la gente, porque muchos aún piensan que acá no hay seguridad”, señala Antonieta Neira.
Por otra parte, se ha trabajado en cambiar el sentido al barrio desde la bohemia a un ambiente más familiar. Primeramente se inició el mejoramiento del sector. con la limpieza de la Plaza Vicuña Mackenna en el mes de julio y se consiguió también que, a través de la CPC , se restauraran las dos esculturas instaladas en la plaza, realizadas por el escultor Hernán Puelma.
Se comenzó a utilizar este lugar para el desarrollo de diversas actividades edilicias, como el encuentro de municipios turísticos, el mercadito Kokimpu, la ruta del carpintero inglés, la bienvenida de los cruceros, el día del patrimonio infantil, instalación de un módulo de turismo con información de los lugares más reconocidos de la comuna.
Prontamente también se desarrollarán bulevares, pero no sólo a la hora del “carrete”, sino que durante todo el día, para que la familia pueda compartir. Antonieta Neira explica que saldrán a la calle los restaurantes y espacios culturales, habrá juegos para los niños, música y actividades a partir de las 10 de la mañana.
“En el fondo queremos potenciar el sector, conseguir la fidelización de los visitantes, que realmente venga la gente. El sello que quiere entregar el municipio es que la familia entienda que durante el día tiene que tomarse el Barrio Inglés y que tiene opciones para poder venir y pasarlo bien durante todo el año y no sólo en verano, que este lugar siempre vive una reactivación”, agrega Neira.
Una emprendedora que decidió apostar por el Barrio Inglés fue Elizabeth Opazo, del reconocido restaurante o “picada gourmet” Molokai, que desde Guanaqueros se había trasladado a La Herradura y hoy decidió establecerse en este típico sector con un centro de eventos.
“Ha sido super bueno, hemos recibido a las delegaciones del Congreso de Municipios Turísticos y de otros eventos que han llegado y nuestros recibimientos han sido muy buenos. Tenemos seguridad y la gente se va muy contenta, porque esta casa es hermosa y el barrio igual. Fue un desafío llegar acá, pese a lo que decían otras personas, pero al final fue una buena apuesta”, explica Elizabeth.
El alcalde Marcelo Pereira señala que la idea es hacer del Barrio Inglés un lugar único en su tipo en la región, “de tal forma que en este periodo de 4 años se generara un sinnúmero de acciones que van en beneficio de esta zona del territorio, que buscan precisamente resguardar el patrimonio, revitalizarlo, ponerlo en valor”, concluye el edil.
Una de esas actividades y que se convertirá en la primera prueba de la tenporada estival en esta revitalización será el “Mercadillo Vintage” el 16 de diciembre desde las 17:00 horas en calle Aldunate desde Las Heras hasta la Plaza Vicuña Mackenna y que tendrá puestos de venta de orfebrería y artesanía local para realizar las compras navideñas y además, actividades y juegos para los niños.
ACCIÓN DE LA POLICÍA
Pero sin lugar a dudas, quien juega un rol fundamental en mejorar la imagen y entregar seguridad en el Barrio Inglés es la policía.
El capitán Francisco Labrín y comisario (S) de Coquimbo señala que la labor de Carabineros en este sector lleva varios años y es un trabajo integral en conjunto con el municipio y las organizaciones sociales que se agrupan en el Barrio Inglés.
“Es un trabajo largo y en mesas de trabajo. Nos hemos dedicado a la fiscalización de locales en cuanto a seguridad privada y patentes”.
Entre las principales falencias que se encuentran en el lugar, Labrín señala que algunos locales carecen de seguridad en materialidad y se les está exigiendo también “responsabilidad social empresarial” para controlar el excesivo consumo de alcohol y controlar el ingreso de los clientes.
Señala que los fines de semana hay personal exclusivo para el sector y que “nos permite decir que los delitos violentos en el Barrio Inglés han bajado considerablemente. El objetivo es coparle los espacios a los delincuentes y generar sensación de seguridad”.
La meta de la policía y las autoridades es hacer del Barrio Inglés ese lugar único, la verdadera postal de la comuna puerto que reúne la historia, patrimonio y el potencial turístico de Coquimbo.
ARTICULAR REDES PARA POTENCIAR LA CULTURA
Jessica Delaigue, administradora del Centro Cultural Palace, lugar que se ha convertido en el epicentro cultural de la comuna y que se ubica en medio del Barrio Inglés, señala que en este lugar, la cultura ha tomado un espacio importante. Cree que ya existe un público fiel en los más de 10 centros culturales que existen en el lugar, entre galerías, bibliotecas y talleres. Sin embargo, aún falta articular las actividades que realizan estos espacios con otras áreas presentes en el lugar como la gastronómica.
“Es algo factible de lograr y en eso estamos trabajando. Nosotros tenemos público, pero esta gente que viene al Barrio quiere realizar otras actividades y eso nos falta”, concluye Delaigue.
Fuente: Diario El Día (Chile).