Chile empezará a definir hoy al presidente que gobernará el país en los próximos cuatro años, en medio de un clima de máxima incertidumbre y convulsión política y social, y en el escenario más ambiguo de proyección de resultados desde el regreso a la democracia, en 1990, con dos favoritos a entrar al ballottage en los extremos de derecha e izquierda.

En este escenario, al que los analistas locales han insistido en calificar como “líquido”, la gran certeza tiene ver con el hecho de que ninguno de los siete candidatos que buscan suceder a Sebastián Piñera en el Palacio de La Moneda obtendría más del 50% de los votos. Por ello, la instancia de hoy tiene como gran atractivo la definición de los adversarios que se enfrentarán en el ballottage programado para el 19 de diciembre.

Más de 14,9 millones de chilenos están habilitados para sufragar, en una jornada electoral en la que también se votarán diputados (renovación completa de sus 155 miembros), 27 de los 50 senadores, además de consejeros regionales.

Las encuestas dan como principales favoritos a entrar a la segunda vuelta al representante del Frente Social Cristiano, el ultraderechista José Antonio Kast, y al líder del bloque de izquierda antineoliberal, el exlíder estudiantil Gabriel Boric. Según el último estudio de la empresa Criteria Research, realizado entre el 10 y el 18 noviembre y de circulación restringida, Kast tiene un 25% de intención de voto y Boric, 24%.

Más atrás en ese sondeo asoman el economista Franco Parisi (12%), que está radicado en Estados Unidos y realizó una campaña completamente online sin pisar suelo chileno; Sebastián Sichel (10%), exministro del actual gobierno, y quien experimentó un repunte importante esta semana tras el último debate presidencial, y la senadora demócrata cristiana Yasna Provoste (10%), integrante de los gobiernos de la histórica Concertación, cuya candidatura no ha podido despegar.

Cierran el listado Marco Enríquez-Ominami, amigo del presidente Alberto Fernández y quien pugna por sacudirse de la irrelevancia, con un 5%, y el candidato de extrema izquierda Eduardo Artés, seguidor del régimen de Corea del Norte y que propone la refundación de Chile, que cosecha apenas un 2%.

En el mejor escenario en esta elección podríamos superar un 50% de participación, pensando en que los jóvenes vuelvan a votar y que las personas de mayor edad participen, sobre todo teniendo su esquema completo de vacunación”, dijo Mario Herrera, académico de la Universidad de Talca, sobre las expectativas de mayor asistencia a los locales de votación.

Otro aspecto importante es que las elecciones de hoy también significan una prueba de fuego para las encuestas que proliferaron antes de los comicios. Muchos de los estudios arrastran dudas generadas por los bloques políticos que las financian y por el desplome que sufrieron en su credibilidad en el plebiscito constitucional. Varias advirtieron un supuesto empate entre las alternativas “apruebo” y “rechazo”, pero el resultado 80%-20% a favor de la de crear una nueva Constitución dejó expuestas sus metodologías.