Al norte, en el centro y en el sur del país se analizan y buscan avanzar con diferentes proyectos de Corredores Bioceánicos que conecten Argentina y Chile. Hay propuestas ferroviarias y viales, pero ninguna logra concretarse. Evidencia una falta de interés político por parte de Nación de en un verdadero desarrollo regional.

En todos los casos, el objetivo apunta a una comunicación más fluida y directa entre los océanos Atlántico y Pacífico, en procura de abrir el comercio al mundo de manera más económica y eficiente.

Los Corredores Bioceánicos emergen como vínculos que impulsan el desarrollo regional, promueven la integración y fortalecen la posición del país en el comercio internacional.

Los proyectos son varios y de diferentes características. Desde uno que plantea unir puertos de Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y Paraguay, hasta otros que proponen un cruce más central, atravesando provincias.

Este último con variantes hacia Salta y Jujuy o Catamarca y La Rioja o San Juan. Las variables son tantas como pasos hay ya establecidos que cruzan la cordillera hacia Chile y su consecuente salida al Pacífico.

En 2017, la Declaración de Brasilia subrayó la importancia de crear una conexión vial bioceánica eficiente, moderna y ágil.

Esto no solo permitiría la realización de proyectos de integración productiva, sino que también generaría nuevos flujos de comercio e inversiones.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL/ ECLAC), estos corredores presentan una oportunidad excepcional para mejorar la competitividad de las regiones involucradas y potenciar su desarrollo económico.

Cristo redentor

El paso Cristo Redentor es el cruce fronterizo más importante de la Argentina.

Brasil se destaca como una nación particularmente interesada en aprovechar estratégicamente estos corredores bioceánicos, lo cual potencia los proyectos del Norte y Centro, ya que busca transportar su oferta exportable desde el Océano Atlántico hacia los puertos en el Océano Pacífico a través de distintos países, pero su impulso y el que le imprimía Chile, no tuvo un correlato en Argentina y hoy, ninguno de los proyectos está efectivamente en marcha.

Los corredores bioceánicos proyectados con Brasil

1 – Central Latitud 30

Conecta Porto Alegre (estado de Rio Grande do Sul) en Brasil con Coquimbo. El trayecto vincula a las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y San Juan.

2 – Atacalar

Se inicia en el sur de Brasil y se proyecta hasta la región de Atacama en Chile, en vinculación con los puertos de Caldera, Chañaral y Tal Tal. En tanto, conecta a las provincias de Catamarca, La Rioja, Tucumán y Córdoba.

3 – Capricornio

Abarca desde el puerto de Santos en Brasil hasta las regiones de Antofagasta y Tarapacá, en el Norte Grande de Chile. Comienza en el puerto de Santos (estado de Mato Grosso do Sul), y se proyecta por la zona del Chaco en el norte de Paraguay y por las provincias de Salta y Jujuy. Termina en Chile, conectando con los puertos de Antofagasta, Mejillones, Tocopilla e Iquique.

Nuevos Corredores Bioceánicos Argentina-Chile

A finales de 2015, los presidentes de Argentina, Brasil, Chile y Paraguay suscribieron la «Declaración de Asunción sobre Corredores Bioceánicos», comprometiéndose a concretar el corredor vial que conecta el puerto de Santos en Brasil con los puertos del Norte Grande de Chile.

Este corredor vial 2.396 kilómetros, conocido como “Ruta Bioceánica”, atraviesa siete pasos fronterizos y promete ahorros significativos en tiempo y distancia para el transporte de carga de exportación, abriendo nuevas vías hacia los mercados asiáticos y los puertos del Océano Pacífico.

Las variables son tantas como pasos hay ya establecidos que cruzan la cordillera hacia Chile y su consecuente salida al Pacífico.

Hasta el momento, poco y nada se ha avanzado en su concreción.

Otro proyecto emblemático es el “Túnel de Agua Negra”. Considerada la obra más importante de la última década en América Latina, implica la construcción de dos túneles (uno de ida y uno de vuelta) de 14 kilómetros de longitud.

El proyecto vial debía ser construido en el paso fronterizo de Agua Negra en la cordillera de los Andes, en la provincia argentina de San Juan y la chilena Región de Coquimbo.

La obra conectaría el centro de Argentina con el puerto del Océano Pacífico de la ciudad de Coquimbo y el puerto de la ciudad de Porto Alegre en el Océano Atlántico. Una vez iniciado se estima que su construcción demoraría 9 años y tendría un costo final de US$1500 millones.

El «Paso Las Leñas», en tanto, es un proyecto de paso fronterizo que uniría Mendoza y la Región de O’Higgins en Chile. El proyecto contempla la construcción de un corredor que unirá las ciudades de San Rafael y Rancagua, a través de 13 kilómetros de caminos en el lado chileno y unos 60 kilómetros en el lado argentino.

Además, se prevé un túnel que cruzará la Cordillera de los Andes de unos 13 kilómetros de largo, a más de 2.000 kilómetros sobre el nivel del mar.

Los estudios realizados señalaron que su puesta en marcha mejoraría el transporte de carga entre ambas naciones, permitiendo un paso fluido durante los 365 días del año, siendo una alternativa al paso Los Libertadores que, por razones climáticas, suele cerrar varias veces al año.

Corredor Biocéanico en tren desde la Patagonia

El “Ferrocarril Trasandino Sur” es un proyecto de línea ferroviaria que uniría la región del Bio-bío en Chile, con Neuquén y Bahía Blanca.

La longitud propuesta es de 1.245 kilómetros, de los cuales 741 son utilizados por el Ramal ferroviario Bahía Blanca-Neuquén-Zapala, enlazando los puertos de Ingeniero White, Talcahuano y San Antonio Oeste a través de un paso cordillerano. Sigue siendo un proyecto no terminado de ambos países.

El corredor vial “Comodoro Rivadavia – Puerto Chacabuco” también continúa pendiente. Chile ya finalizó las obras comprometidas por lo que la principal responsabilidad de concretar este corredor en la Patagonia le corresponde a Argentina. Son 107 kilómetros, divididos en tres secciones de las cuales una sola se licitó y los trabajos se interrumpieron.

En Argentina los grandes corredores de circulación bioceánica son priorizados por la dinámica actual de circulación de los flujos. Pero la realidad marca que, hasta el momento, solo han sido promesas de los gobiernos de turno, sin efectivización pese a sucesivos intentos.