El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció este jueves 24 de julio la eliminación de la prohibición para ingresar electrodomésticos de línea blanca al país.
Desde ahora, quienes viajen al exterior podrán traer productos como heladeras, lavarropas, microondas, aires acondicionados, cocinas (a gas o eléctricas), hornos eléctricos, secarropas, lavavajillas, termotanques, calefactores, freezers y campanas extractoras, entre otros.
Hasta esta medida, estos productos estaban insólitamente vedados dentro del régimen de equipaje, al nivel de estupefacientes o armas. “Era una anomalía”, explicó Sturzenegger, quien recordó que hasta ahora solo estaban prohibidos los bienes arqueológicos, drogas, armas y mercadería con fines comerciales o industriales.
La medida no modifica las franquicias aduaneras: 300 dólares por persona mayor de 16 años en viajes terrestres y 500 dólares si se viaja en avión. Para los menores, los montos son de 150 y 300 dólares, respectivamente. Además, si el viaje es en grupo familiar, las franquicias se pueden acumular. Si se supera el límite, se aplica un impuesto del 50% sobre el excedente.
Con precios más convenientes en países como Chile —y tiendas como Falabella, París, Ripley, Sodimac o IKEA— el impacto sobre el mercado local podría ser fuerte. Sturzenegger ironizó sobre las posibles razones de la prohibición anterior, y recordó entre risas la existencia de una vieja película donde una heladera era la villana, aunque también sugirió que se trataba de una protección encubierta a fabricantes locales.