En el marco del Tratado de Integración y Complementación Minera entre Argentina y Chile, la colaboración en materia minera vuelve a posicionarse como un eje estratégico para el desarrollo económico y tecnológico de ambas regiones. La cercanía geográfica, la continuidad de las formaciones geológicas y las experiencias compartidas en torno a la minería del cobre y el oro, abren un escenario de cooperación que busca potenciar tanto a las empresas locales como a los proveedores regionales.
La Cámara Minera de Chile, junto con la Embajada Argentina en ese país, impulsa diversas instancias de encuentro y diálogo orientadas a promover el intercambio entre proveedores de ambos lados de la cordillera. Una de ellas se desarrollará en Santiago bajo el título “Oportunidades para los proveedores de la minería en la Provincia de San Juan – Argentina”, con el objetivo de dar a conocer el potencial minero sanjuanino y las condiciones de inversión que ofrece la provincia.
Más allá de los eventos puntuales, la iniciativa se enmarca en una agenda más amplia de integración productiva, que apunta a generar sinergias en la cadena de valor minera, compartiendo conocimientos técnicos, fortaleciendo estándares ambientales y promoviendo el desarrollo de capacidades locales.
La temática adquiere especial relevancia en un contexto de creciente inversión en proyectos de cobre en la provincia de San Juan, donde las empresas trasandinas cuentan con experiencia acumulada y ventajas competitivas en varios eslabones de la cadena. Este escenario plantea tanto oportunidades como desafíos: la necesidad de garantizar condiciones equitativas para los proveedores locales, al tiempo que se fomenta la cooperación tecnológica y comercial entre ambos países.
En Argentina, el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) —aprobado en 2024— establece un marco normativo destinado a atraer capitales internacionales en sectores estratégicos como la energía y la minería, promoviendo a la vez la participación de empresas nacionales en los proyectos. Este instrumento busca asegurar que la integración binacional se traduzca en beneficios concretos para las economías regionales y en un desarrollo sustentable y equilibrado de la industria minera.
Autoridades y representantes del sector privado coinciden en que el verdadero valor de la integración minera radica en la cooperación técnica, la complementariedad y el fortalecimiento institucional. San Juan y la Región de Coquimbo, unidas por una larga historia de colaboración, avanzan así hacia una nueva etapa donde la minería no solo se concibe como una actividad económica, sino como una plataforma de desarrollo conjunto, innovación y aprendizaje mutuo.





