La necesidad de nuevos profesionales, el cuidado del medio ambiente y la urgencia de encontrar nuevos yacimientos; son los principales objetivos del rubro en la zona.

La Región de Coquimbo es una zona minera por excelencia. Según datos entregados por el Ministerio de Minería, un 10,6 por ciento de sus habitantes trabaja en el sector minero y la zona cuenta con un PIB per cápita que supera los 9,4 millones de pesos. Además, su larga extensión geográfica permite una alta presencia de pequeña y mediana minería.

La industria en el territorio tiene importantes desafíos por delante, donde las nuevas tecnologías, el uso eficiente del agua y la energía, las relaciones con las comunidades, el impacto ambiental y el requerimiento de nuevos profesionales especializados, son los ejes más importantes para tener en cuenta dentro de los próximos años.

  • ¿Cuáles son a su consideración los nuevos desafíos para el rubro y qué dificultades traerá esto para la industria. Además, qué programas o rol deberá jugar el gobierno en el fortalecimiento del ámbito minero?

Para Sáez, el primer desafío es el encuentro de nuevos yacimientos en la región y la reposición de los actuales. Por lo tanto, hay que impulsar los proyectos de exploración en nuestro territorio, esto requiere de acceso a capital y reducir la carga de licencias en tiempo y cantidad.

En tercer lugar, el ambiente para la generación de negocios mineros debe mostrar, antes que todo, una estabilidad política (y nosotros aún estamos al debe con la Constitución) así como también estabilidad tributaria. Es importante recordar que si bien los impuestos mineros ya subieron, se viene al parecer otra alza por el llamado “pacto tributario”; estas son pésimas señales para inversiones a largo plazo como son las mineras.

  • ¿Cuál es su opinión respecto a los proyectos mineros que buscan ejecutarse en la región?

En realidad, proyectos como tales tenemos pocos. El único denominado como “de gran minería” es Dominga y sigue empantanado por discusiones políticas que sólo retrasan y no ayudan al bienestar de la región. La mediana minería tiene como referentes al proyecto El Espino y Arqueros que esperamos puedan agilizar su licencia para iniciar su construcción lo antes posible.

En este punto, el presidente de la Corminco destaca que necesitamos especial atención a la pequeña minería, acceso a soporte técnico y legal a través del Ministerio, poderes de compra ágiles dependientes de Enami y especial apoyo de SERNAGEOMIN en temas de seguridad.

  • ¿En cuanto al desarrollo de la pequeña minería, cree que falta apoyo por parte del Estado?

Específicamente en la región lamentablemente falta apoyo. Tenemos una Seremi de Minería que realmente tiene todas las ganas de apoyar al rubro pero le falta acceso a recursos.

  • ¿Cuál es su impresión acerca de los avances tecnológicos en la minería y la producción? ¿Cree que esto puede afectar la mano de obra o, por el contrario, necesitamos más especialistas en la región?

Ya desde hace muchos años la industria viene agregando sensores para controlar equipos y sistemas, tanto en minas como plantas. Lentamente se han agregado elementos de automatización, especialmente en estas últimas; hoy se avanza hacia la robotización o el uso de sistemas inteligentes incluso en minería subterránea. Los beneficios que entregan son la seguridad, el acceso a datos online y la capacidad de análisis, lo que a su vez permiten mejorar la seguridad y los ambientes de trabajo. Más que la pérdida de trabajadores, vemos en la especialización la posibilidad de crear otros puestos de trabajo que requieran habilidades diferentes.