Es conocido el fenómeno que desde el 2016 se produce entre Argentina y Chile: pasos fronterizos, principalmente el Cristo Redentor, colapsados debido a la cantidad de argentinos que viajan al vecino país por “turismo de compras”, es decir, viajes motivados por los precios chilenos, que son a veces hasta un 70% más bajos que los argentinos, principalmente en materia de tecnología, electrónica, calzado e indumentaria.

Pero ahora, se está dando un nuevo fenómeno en esa coexistencia cultural argentina-chilena, en la que ya no hay dudas que DNI y RUT significan lo mismo: la inseguridad en Santiago de Chile, principalmente en los malls o shoppings.

Cuando el éxodo masivo de argentinos a Chile comenzó a producirse, los turistas resaltaban: “aparte de barato, ¡este lugar es muy seguro!”, poniendo en valor la seguridad en las calles chilenas. Luego, con el correr de los meses, comenzaron a rumorearse y hasta denunciarse estafas en Chile con las tarjetas de créditos de los argentinos, incluso Defensa del Consumidor en Argentina lanzó un comunicado oficial alertando sobre el uso de las tarjetas al cruzar la Cordillera, para evitar inconvenientes.

Sin embargo, parece ser que la capital chilena ya no es el paraíso que aparentaba: los argentinos regresan con sentimiento de inseguridad, algo a lo que están acostumbrados en su propio país, pero sorprendidos porque esta inseguridad no sólo se da en las calles chilenas, sino también en los centros comerciales cerrados que incluyen grandes marcas internacionales.

“Llegamos al hotel, en Santiago de Chile, y en la recepción nos dijeron: ‘cuando salgan a la calle, tengan cuidado con los bolsos y celulares. En el subte también estén atentos’. Eso no nos sorprendió porque en Argentina estamos acostumbrados a no distraernos porque los asaltos están a la orden del día en algunos sectores. Pero lo que nos sorprendió y nos alarmó muchísimo fue que, cuando llegamos al Costanera Center (N.R: Costanera Center es el mall/shopping/centro comercial más visitado por los argentinos que van de compras a Santiago de Chile debido a que allí se encuentran marcas internacionales que en Argentina no son accesibles al bolsillo o que directamente no están presentes), como todos los años lo primero que hicimos fue ir hasta el centro de atención al cliente, para pedir el descuento a turistas. Allí, como es lógico, nos pidieron el documento para realizarnos el trámite, por lo que sacamos la billetera”, comienza contando a REGIÓN BINACIONAL una turista sanjuanina que estuvo en la capital chilena este fin de semana.

“¡Por favor, guarden eso y no lo dejen apoyado en el mostrador!”, les dijo inmediatamente quien los atendía. Los turistas, asombrados, preguntaron por qué. Y ahí fue cuando llegó la recomendación que luego también les darían los guardias de cada negocio e, incluso, turistas que ya habían pasado por esa mala experiencia: “Hay que llevar la mochila hacia adelante, no atrás en la espalda. Los celulares deben ir en el bolsillo de una campera con cierre que lleven puesta, nunca en la mano ni en el bolsillo del pantalón. Cuidado con la billetera cuando van a pagar. Cuiden sus pertenencias muy atentamente”.

“Nosotros no podíamos creer lo que nos decían. Siempre vamos al Costanera y nunca nos pasó esto. Pero confirmamos que es verdad cuando una mujer, al lado nuestro, luego de una gran compra abrió su bolso para sacar el celular y se dio cuenta que le habían robado todo de su propia cartera que traía colgando del brazo, ¡ella nunca se dio cuenta! También vimos a una chica acudiendo a un guardia de seguridad porque le habían sacado el celular del bolsillo. Parece que aprovechan la cantidad de personas que hay y los amontonamientos para robarte cosas, pero lo hacen muy profesionalmente porque nadie ve nada y nadie grita nada, porque no se dan cuenta hasta que ven que no tienen sus pertenencias y, entonces, ya es tarde, las perdieron. El problema es que si te roban el documento, hay que hacer un trámite largo para poder regresar a Argentina. Nosotros sentimos que estábamos en Once de Buenos Aires, pero adentro de un shopping en Chile, termina relatando la turista argentina sorprendida por la ola de inseguridad que está espantando a los argentinos, a pesar de la atracción por los precios más baratos.