El proyecto propone abrir la circulación en la Ruta 7 cada una hora para un determinado número de vehículos. Con ello se busca evitar el colapso en la frontera.

En las próximas vacaciones se espera, como viene sucediendo en los últimos años, un éxodo masivo de turistas argentinos hacia Chile, y sumado a la visita del Papa Francisco para mediados de enero en Chile, hay preocupación por el colapso del Paso Internacional Cristo Redentor.

Ante ese panorama, en Argentina se está planeando dosificar el tránsito vehicular en la Ruta Nacional 7, es decir, que los automóviles, colectivos de larga distancia y traffics que viajen a Chile sean enviadas por ‘tandas’ cada una hora al túnel internacional y existan puestos ‘filtro’ en algunos puntos para los que deseen aguardar su turno. Con ello se busca mitigar al menos tres inconvenientes: las enormes demoras en la frontera, el desborde del complejo chileno Los Libertadores y las incomodidades de largas esperas para los viajeros.

Esta propuesta fue elaborada por el Ministerio del Interior de la Nación, en conjunto con organismos intervinientes en el Corredor Bioceánico (Gendarmería, Aduana, Migraciones y Vialidad Nacional), y expuesta en la última reunión que se realizó en Uspallata. La coordinación argentina presentó el proyecto a su par chilena, que deberá autorizarlo o rechazarlo. Si las autoridades chilenas dan su aval, se espera comenzar con el nuevo sistema a partir del mes de enero. Respecto a los aspectos de ejecución, como el sistema de entrega de los turnos, será debatido en los próximos días.

Dentro de este plan el Gobierno argentino busca avanzar en otros puntos que, a su criterio, mejorarían la circulación y los tiempos de viaje en el corredor bioceánico, como la revisión de colectivos y traffics en Uspallata, para descongestionar Los Libertadores y Horcones.

El subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad y coordinador provincial del paso Cristo Redentor, Néstor Majul, explicó a MDZ que la dosificación de los vehículos se planeará en base a la capacidad que tiene el complejo Los Libertadores de atender por hora. En ese sentido, se habla de entre 200 y 300 vehículos, incluyendo automóviles, colectivos y traffics.

Los puestos de filtros estarían en la intersección de las rutas nacionales 40 y 7, y en las localidades de Potrerillos y Uspallata. “La idea es que la gente pueda esperar su turno en lugares donde hayan servicios y comodidades. Hasta pueden aguardar en sus casas, si la demora es muy alta”, indicó.

Con este sistema de turnos, aseguró Majul, también se controlaría la velocidad de los vehículos: “No tiene sentido que estén a las carreras, dado que habrá un orden de llegada”.

Como se explicó anteriormente, la implementación de esta iniciativa está sujeta a la probación de las autoridades chilenas, quienes si bien estarían dispuestas a colaborar, aún son reticentes en algunos puntos, como el control vehicular en Uspallata. De todos modos, no se descarta aplicarlo en principio solamente en nuestro país.

Para el diseño de este plan se tuvo en cuenta la imposibilidad de sumar más casillas de atención en los complejos aduaneros y migratorios de ambos países, especialmente Horcones, al menos hasta que esté finalizado el nuevo edificio de Los Libertadores.

En cuanto a los camiones, Majul aseguró que tendrán restricciones horarias de circulación, y si bien aún resta definir en qué horarios no podrán viajar en la ruta, está prácticamente definido que serán durante la noche.

Fuente: MDZ online (Mendoza).