Pedro Esparza es el Secretario de Educación Ministerial de la IV Región de Chile (SEREMI de Educación Región de Coquimbo). Estuvo presente en la provincia de San Juan en el marco del 1º Encuentro Binacional de Políticas Educativas, reflexionando sobre las fortalezas y debilidades de los sistemas educativos de su país y de Argentina.

¿Cuál es la intención de las autoridades educativas de San Juan y Coquimbo con este tipo de encuentros?

Está el deseo de parte de ambos pueblos de avanzar sustantivamente hacia la integración, pero los deseos no bastan y hay que crear las condiciones para ello. La mayor ventaja que yo veo es que, más allá de los distintos niveles de educación, hemos ido detectando puntos de encuentros y diferencias, lo que significa un avance. Los próximos encuentros queremos decir que hemos avanzado en tales puntos para dar saltos cualitativos y significativos. Así estaremos en condiciones de que los vínculos educativos y culturales que queremos ir construyendo, antes de que el Túnel de Agua Negra esté listo, tendrán un avance importante.

¿Qué resultados salen a luz al comparar ambos sistemas educativos?

Esto es un trabajo y tarea en conjunto que significa realizar estudios comparativos desde nuestra legislación para saber en qué puntos encontrar similitudes y diferencias. No es menor cuáles son los principios que orientan nuestros sistemas educativos. Para nosotros es muy relevante porque estamos haciendo un giro muy importante en el contexto de lo que es la reforma educacional, y estamos transitando desde un sistema en el que malamente se entendía a la educación como un bien de consumo, a entender ahora que la educación es un derecho social, y que por lo tanto no deben incidir ni los recursos económicos, ni las características de la familia, para que un niño efectivamente tenga acceso a una educación de calidad. Por lo tanto hay experiencias, fortalezas y debilidades de uno y otro lado, que nos van a permitir potenciar nuestro trabajo de tener un sistema educativo pertinente de acuerdo a los desafío de nuestras sociedades en el siglo XXI.

¿Cuál es la mayor fortaleza que Argentina puede tomar de Chile en su educación?

Ustedes pueden recoger lo que nosotros estamos avanzando en política nacional docente. Nosotros ya tenemos instalado desde hace mucho un sistema de evaluación docente, donde se construye un portafolio, hay clases filmadas, evaluación de terceros. Hubo resistencias iniciales, pero ya tenemos el sistema instalado y ahora se ve aún más beneficiado en la medida que esta evaluación docente es el factor fundamental que se considera al momento del encasillamiento en los tramos inicial, temprano, avanzado, experto I y II. Creemos que de esa forma se conjuga la dimensión individual de lo que significa ser docente, con la dimensión colectiva y el trabajo colaborativo que se debe desarrollar dentro del sistema y de la unidad educativa.

¿Y viceversa, qué toma Chile de Argentina?

Nosotros tenemos que aprender de ustedes la preeminencia que tiene la educación pública y que en nuestro caso está bastante alicaída, y la preeminencia que tiene la educación técnico-profesional.

¿Cómo han avanzado en intercambios educativos entre San Juan y Coquimbo?

Con los intercambios educativos que estamos teniendo, de estudiantes chilenos que vienen a vivenciar las clases aquí y alumnos sanjuaninos que irán a La Serena a participar de diversas clases, las nuevas generaciones van dimensionado lo que es la integración, lo que es sumamente importante. No sólo es importante instalar la integración en términos comunicacionales y trabajarla desde lo técnico, sino también que cada futuro ciudadano tenga la experiencia de conocer a su contraparte y de esa manera hacemos una integración mucho más efectiva, rápida y potente.

¿Cuál es el estado de situación de la educación universitaria pública en Chile?

El año pasado hicimos un cambio histórico cuando al 50% más vulnerable y de mayor pobreza en la población comenzó a estudiar gratuitamente en las universidades. Antes eso no existía, sólo había un sistema de becas. El próximo año vamos a ir a un 60% y aspiramos a que en algún momento sea una gratuidad universal en la medida de que los recursos económicos del país nos lo permitan.

¿Cómo ven ustedes que jóvenes chilenos crucen la Cordillera para estudiar en Argentina?

Hay un número no menor de estudiantes chilenos que vienen a estudiar a San Juan y a otras provincias argentinas. Además hay comunas que han hecho convenios, como Vicuña y Monte Patria. Yo creo que si es como una experiencia de intercambio e integración, bienvenido sea. Si es porque el joven chileno no tiene los recursos que necesita por parte del Estado para estudiar, no me parece tan positivo y en este caso nosotros estamos cambiando a través de la reforma educacional.