La preservación del casco histórico de La Serena es una deuda pendiente en la región, un debate que se reabre cada vez que peligra su arquitectura.

Una mañana bastante agitada tuvieron los habitantes de la región de Coquimbo, la mañana del 9 de Abril, al despertar con un sismo 6.2 en la escala de Richter, movimiento telúrico que tuvo su epicentro en la comuna de Punitaqui. Bajo este escenario, surge la preocupación ante el eventual deterioro de la zona típica serenense. Ante el reciente sismo que afectó a la zona, la seremía de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, trabajará en medidas preventivas para evitar el deterioro de la zona típica serenense.

Si bien no se registraron daños estructurales en el casco histórico de la capital regional, Seremi de Cultura proyecta un trabajo que estaría orientado a la conservación de una de las arterias más simbólicas de la ciudad.

Al respecto, la seremi de la cartera, Isabel Correa, comentó que “en el marco de la contingencia tomamos contacto con el Consejo de Monumentos Nacionales y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para propiciar un trabajo que vaya dirigido a la conservación preventiva del centro histórico”.

En este sentido, la autoridad explica que la campaña involucraría diferentes acciones, como por ejemplo la limpieza de canaletas, muchas de las cuales han sido intervenidas. “La idea es mejorar las condiciones para que frente a este tipo de contingencias, podamos contar con un mejor escenario de prevención”, detalla.

Colapso de estructuras

El deterioro o derrumbe de las casas de la zona típica ocurre en gran medida por la acción del agua, la que baja por los muros en vez de hacerlo por el sistema de evacuación de lluvias. En esta línea, Daniel Contreras, arquitecto de la oficina técnica regional, manifiesta que “es importante que este sistema se mantenga bien porque la tierra cruda con la humedad generan grietas”.

El profesional agrega que “en muchos de estos casos, los sistemas de evacuación están tapados o no existen, lo que provoca que el agua baje por el interior del muro de adobe, que es muy sensible a las precipitaciones. Por esta razón, las propiedades mecánicas de la pared cambian ocasionando el colapso”.

Foco en la educación

En paralelo a las medidas de mantención,  se trabajará en educar a la comunidad, potenciando la difusión de este tipo de tareas. “No se partirá de nuevo, sino que la idea es tomar el trabajo ya existente y vincularnos más con la comunidad”, aclara la ex directora de la Corporación Corpatrimonio.

Para finalizar, Isabel Correa expresa la necesidad de plantearse al casco histórico de la capital regional como “una parte identitaria de la comunidad. Además de un valor estético, aquí hay un valor histórico. Todas las acciones irán en beneficio a la conservación de nuestro patrimonio e identidad”

Fuente y fotografia: Diario el Día.