Las veranadas, práctica ancestral que desde hace décadas une a crianceros chilenos con autoridades y comunidades de San Juan, vuelven a poner en valor el espíritu de integración que caracteriza la relación entre San Juan y la Región de Coquimbo.
En el marco de los preparativos para la próxima temporada, equipos técnicos y autoridades de la Provincia de San Juan y de la Región de Coquimbo mantienen reuniones y gestiones conjuntas para abordar los aspectos sanitarios, ambientales y administrativos que hacen posible esta tradición binacional.
El intercambio busca reforzar los mecanismos de cooperación y asegurar que el traslado del ganado hacia las zonas cordilleranas se realice bajo condiciones adecuadas, respetando las normativas vigentes y los acuerdos firmados entre ambas partes.
Entre los temas en tratamiento se encuentra una multa aplicada por el Gobierno de San Juan a crianceros chilenos durante la temporada anterior, vinculada al exceso de cabezas de ganado ingresadas y al manejo inadecuado de residuos en territorio argentino. Ambas partes se encuentran trabajando de manera coordinada para regularizar la situación y garantizar que en esta nueva etapa se cumplan los compromisos establecidos en materia sanitaria y ambiental. Este proceso se desarrolla en un marco de diálogo institucional y con la voluntad compartida de preservar la continuidad de las veranadas como símbolo de cooperación transfronteriza.
El gobernador regional de Coquimbo, Cristóbal Juliá, destacó la importancia de mantener una mirada colaborativa:
“Las veranadas son un ejemplo de entendimiento y trabajo conjunto entre nuestras regiones. Es fundamental que los crianceros puedan cumplir con las normativas establecidas, pero también que sigamos fortaleciendo la cooperación y los apoyos institucionales que hacen posible esta tradición”.
Por su parte, autoridades sanjuaninas remarcaron la relevancia de continuar profundizando los lazos técnicos y políticos que garantizan la sostenibilidad de esta práctica, que combina aspectos productivos, culturales y ambientales.
Entre las acciones previstas, se destacan la actualización de protocolos sanitarios, la capacitación de crianceros en el manejo responsable de residuos y la implementación de medidas preventivas orientadas al bienestar animal y la protección del ecosistema cordillerano.
El Programa de Saneamiento Sanitario Productivo de Crianceros de Coquimbo, recientemente reforzado con nuevos recursos, constituye una herramienta clave para acompañar este proceso, contribuyendo al cumplimiento de las exigencias sanitarias y ambientales acordadas.
Tanto desde San Juan como desde Coquimbo, las autoridades coinciden en que las veranadas son más que una práctica productiva: representan un símbolo de convivencia, integración y respeto por las tradiciones compartidas, que cada año renueva el compromiso de ambas regiones con una gestión binacional basada en el diálogo y la cooperación.





