Estudio señala que en estas ciudades hay un buen nivel de radiación y el precio de la electricidad es más alto, lo que hace que una inversión de este tipo sea más rentable. Santiago tiene la misma radiación que el sur de España, donde hay importantes proyectos solares, mientras Punta Arenas tiene el equivalente a Alemania.

Según el Ministerio de Energía, a agosto, 1.515 particulares están sumando energía generada en sus casas -a través de paneles solares- al sistema. La mayoría se distribuye entre la Región de Atacama y la Metropolitana, no obstante el potencial para hacerlo está en casi todo el país.

Así lo confirma un estudio del Centro de Tecnologías para la Energía Solar de Fraunhofer-Chile, junto a la U. Católica, que determinó que, aunque casi todo el territorio exhibe características ideales para aprovechar la energía solar, Vicuña y Andacollo -en la Región de Coquimbo- y Los Andes y San Felipe, en la Región de Valparaíso, son las mejores ciudades para instalar paneles solares, recuperando la inversión en menos tiempo.

Eso, porque a pesar de no ser las zonas donde se ha registrado la mayor radiación en Chile, el balance entre alta irradiación y la tarifa por electricidad, las hacen ser “zonas de interés”, explica Gonzalo Ramírez, investigador de Fraunhofer Chile, un centro de excelencia internacional de origen alemán instalado en el país. “Lo interesante es que a medida que siguen bajando los precios de los sistemas solares, más lugares se activan como ‘zonas de interés’”, dice. De ahí que Illapel, Calama, Ovalle, Rancagua y Valparaíso también sean buenas opciones.

Rodrigo Escobar, investigador de la U. Católica y también autor del estudio, explica que los lugares de interés pueden variar a medida que cambien las tarifas de la electricidad, pero es un mito que la energía solar solo reporte beneficios en lugares de alta radiación. “Puede ser altamente rentable en lugares de menos radiación. Se puede pensar en instalaciones residenciales y comerciales en prácticamente todo Chile. Los retornos de los costos pueden ser bastante rápidos, hay espacios para usar políticas de promoción y fomento de la energía solar”, dice.

El estudio señala que, al año, Santiago tiene una radiación global horizontal (la radiación que recibe una superficie horizontal -GHI) comparable a la de Almería, en España, que tiene importantes proyectos solares en desarrollo, mientras la GHI anual de Puerto Montt es más alta que la de Múnich, Alemania, país que lidera la incorporación de la energía solar a nivel comercial y residencial.

“Mucho se habla del norte, pero en el sur hay muchos lugares donde las tarifas altas y la radiación hacen atractivo tener paneles solares”, dice Gabriel Neumeyer, director de la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol). “Alemania sigue siendo el país donde más se instalan paneles, y la radiación promedio es equivalente a la de Punta Arenas. Claramente se puede decir que el uso es atractivo”, agrega.

Incentivos

¿Por qué no pasa lo mismo en Chile? En España y Alemania los mercados se han desarrollado en base a subsidios, dice Ramírez, y en EE.UU. hay incentivos de impuestos, lo que ha permitido obtener rentabilidad en lugares con menor radiación. “En Chile no hay incentivos. Lo interesante es que sin ellos la economía de los sistemas demuestra ser atractiva”, dice.
Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), señala que la incorporación ha sido lenta. “Según la información de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), en los últimos tres años han procesado cerca de 10.000 solicitudes de conexiones, lo cual es un número pequeño cuando se le compara con el total de hogares del país”.

Escobar enfatiza que hay que facilitar el acceso, sobre todo a los que no tienen cómo invertir en un sistema fotovoltaico, pero que serían muy beneficiados con él.

Enel, por ejemplo, tiene disponibles kits fotovoltaicos desde $ 2.190.000, que se pueden pagar hasta en 12 cuotas, dice Simone Tripepi, gerente de E-Solutions de Enel Chile. “Se han logrado precios muy competitivos y se han diversificado las posibilidades de pago, incorporando tarjetas de crédito”, indica.

En 2016, un estudio de la U. de Concepción analizó el potencial de la ciudad y detectó que podría cubrir hasta el 90% de su demanda. Eso, indica Pablo Campos, investigador principal, es extrapolable a todas las ciudades chilenas con más de 15 mil habitantes, donde las más grandes, como Santiago, Concepción y Valparaíso, son las que más potencial tienen.

Incentivar a que más particulares se interesen en ello pasa, por ejemplo, a través de la ley de Net-billing (que permite que particulares ingresen energía al sistema y obtengan descuentos en su cuenta), dice Campos. “En España la energía que le vendes al sistema es cuatro veces el valor al que la compras, acá es la mitad”.

“Pensando en la cantidad de viviendas del país, todavía sigue siendo pequeña, pero la ley es de hace dos años y medio. Al principio se demoró un poco en partir, porque tenían que conocer el procedimiento. Pero según las cifras de crecimiento, es un sector muy dinámico que va a mostrar fuertes cifras de crecimiento en los próximos años”, dice Neumeyer.

El ministro de Energía, Andrés Rebolledo, señala que ya se ha superado la inercia inicial, “condición normal en el desarrollo de nuevos mercados y en la adopción de nuevas tecnologías, y cada día es más frecuente ver proyectos de autogeneración”, dice.

Fuente: Diario La Tercera (Chile).