El Embajador de Chile en Argentina, Juan José Viera-Gallo le dio una entrevista al diario chileno El Mercurio. En la charla, el diplomático hizo declaraciones que son una clara muestra de la integración en la Región Binacional.
-En círculos diplomáticos se ha dicho que la amplia delegación chilena responde a una visita de corte político.
-La Cumbre Binacional de principios de diciembre del 2016 tuvo mucha significación por el hecho de que el Presidente Mauricio Macri preside el Mercosur, y la Presidenta Michelle Bachelet dirige la Alianza del Pacífico. Eso se inscribe en la voluntad de ambos de lograr un acercamiento entre estas dos agrupaciones económicas de América Latina. Además, se acordó dar un nuevo impulso a poner al día nuestras nuevas normas de complementación económica y de libre comercio, y siempre enfatizar más las inversiones en los pasos y en la conectividad entre nuestros países.
-¿Se configura un nuevo eje en la región?
-La buena relación entre Chile y Argentina favorece un esquema de mayor entendimiento e integración en la región, y en eso ambos países esperan hacer un aporte significativo. Ponen su amistad y su buena colaboración al servicio de la integración de América Latina. Ambos se unen, pero lo hacen con una perspectiva regional.
-¿La idea es que ambos países tengan posturas comunes en la agenda internacional?
-A lo que aspiramos ambos es a que América Latina tenga una sola voz. La reunión del G-20 va a tener lugar en Argentina en 2018, y ahí participan Argentina y México. El ideal es que cuando hablen, lo hagan a nombre de toda la región. Lo mismo pasa en otros foros. Ojalá se logre una coincidencia de visiones en América Latina.
“La buena relación entre Chile y Argentina favorece un esquema de mayor entendimiento e integración en la región”.
-¿Cuánto ha mejorado la relación entre una administración gobernada por la centroizquierda y otra por la centroderecha?
-Más que comparar, lo importante es que se trata de una relación incremental. Se hizo un intercambio general sobre la situación internacional, y se advierten siempre muchas coincidencias para enfrentar los distintos desafíos. Tenemos muy buena sintonía en política exterior. No existe ningún tema en América Latina, por candente que sea, en que tengamos posiciones divergentes. Hemos incrementado todos los contactos a nivel empresarial y las inversiones de conectividad, y no veo ningún problema en las relaciones entre Chile y Argentina.