El Papa Francisco llegó a Chile para iniciar su gira sudamericana, que no incluye su país natal: Argentina. El Sumo Pontífice fue recibido en el aeropuerto de Santiago por la presidente Michelle Bachelet y ahora celebra la Santa Misa ante una multitud en Parque O’Higgins.

Aquí, en vivo la misa papal en Santiago de Chile:

https://www.youtube.com/watch?v=eRWOHC3J3w8

 

Tal como estaba previsto, el Papa Francisco llegó a Santiago Chile a las 19.13 del día 15 de enero y fue recibido por la presidenta Michelle Balechet, quien lo acompañó por la alfombra roja hasta el automóvil oficial que lo trasladó hacia el primer evento oficial.

Además de la mandataria, estuvieron presentes obispos locales en el inicio de la segunda visita oficial a ese país de un jefe de estado de El Vaticano. La última fue hace 30 años.

En su llegada a Chile, Francisco se salió del protocolo y se acercó hasta una grada a saludar a un grupo de voluntarios. Además, fue recibido con un show musical a cargo de una banda de jóvenes.

Desde el aeropuerto de Santiago, el Papa fue rumbo a la la iglesia San Luis Beltrán, en medio de un fuerte operativo de seguridad, luego de los atentados sobre los templos religiosos ocurridos en los últimos días.

Durante el recorrido por las calles de la capital chilena, Francisco fue con la ventanilla del auto abierta saludando a miles de fieles que se acercaron para verlo.

En su viaje a Chile, el Papa cruzó por espacio aéreo argentino y tal como dicta el protocolo, envió un mensaje a sus compatriotas en el pidió que recen por él. Mauricio Macri respondió el mensaje con un tweet. Los argentinos siguen sin saber cuándo los visitará.

Francisco estará hasta el 18 en Chile.

Quemaron otras tres iglesias en Chile luego de la llegada del papa Francisco

Dos de los ataques afectaron a templos de la localidad de Cunco, a unos 700 kilómetros de Santiago, en la región de La Araucanía. En ese sector actúan grupos radicalizados, en el marco del conflicto mapuche

Al menos 30 detenidos en el sur de Chile tras “violentos incidentes” durante el primer día de visita del papa Francisco

Las protestas ocurrieron en Concepción, a 515 kilómetros al sur de Santiago. Las personas, que no tenían autorización para marchar, se manifestaron en “contra de la imagen del país que el Gobierno mostraría al sumo pontífice”. En la manifestación también actuaron grupos a favor de la causa mapuche

15 horas con el papa Francisco: detalles del vuelo que lo trasladó a Chile

El avión, que salió de Roma casi a las 9 de la mañana, recorrió 12.123 kilómetros en 15 horas y 25 minutos. Durante su trayecto sobrevoló Italia, Francia, España, Marruecos, Cabo Verde, Senegal, Brasil, Paraguay y Argentina.

A cada uno de ellos envió un telegrama de saludo. El que más expectación levantó fue precisamente este último. “Al sobrevolar el espacio aéreo argentino, le brindo mis calurosos saludos y envío desde el corazón mis buenos deseos a toda la gente de mi madre patria, asegurándole mi cercanía y bendiciones. Les pido a todos, por favor, que no dejen de rezar por mí”, decía el texto escrito, como el resto, en inglés.

Los argentinos, entre la euforia de los voluntarios y el desinterés de los turistas

Miles de personas cruzaron los Andes con la intención de ver y escuchar de cerca al papa Francisco, mientras que otros siguieron con sus planes de turismo o compras, más allá de la presencia de Jorge Bergoglio.

El hecho de que el Papa no haya visitado su país en los casi cinco años de pontificado es un tema que también mencionan los turistas argentinos en Chile, aquellos que al sacar su pasaje no sabían que su estadía coincidiría con la del Pontífice. En muchos casos, ese dato los lleva a priorizar un día más de shopping o turismo antes que reservarse unas horas para ir a la misa que dará Francisco o seguir el recorrido del papamóvil.

En su primer discurso en Chile, el Papa dijo sentir “dolor y vergüenza” por los abusos a niños

“No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de la Iglesia”. En el primer discurso que pronunció hoy en Chile , Francisco enfrentó de inmediato el tema del escándalo de la pedofilia en el clero, consciente de que se trata del gran tema de esta visita, del que se habla aquí desde hace meses, en los que hubo fuertes protestas contra la Iglesia.

Determinado a mostrar su preocupación y a quitar esta gran piedra desde el inicio de su difícil visita de tres días, fiel a su estilo, el Papa enseguida abordó la cuestión, provocando aplausos en el atrio del Palacio de la Moneda. Y como había hecho en otras ocasiones, volvió a pedir perdón por este flagelo que ha minado como nunca la credibilidad de la Iglesia católica en todos los continentes, incluso en esta parte del mundo.

“Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, dijo el ex arzobispo de Buenos Aires , hablando ante la presidenta saliente, Michelle Bachelet , su sucesor, Sebastián Piñera , su antecesor, Ricardo Lagos y demás autoridades del mundo político, de la sociedad civil y el cuerpo diplomático, en el emblemático Palacio de la Moneda.

Francisco se metió, así, en forma directa y de lleno, en la cuestión que más opaca esta visita. Un escándalo que si bien se remonta a varios años atrás, aquí sigue siendo una herida abierta. Justamente debido al horror de abusos de menores por parte de sacerdotes, la Iglesia chilena es considerada las más desprestigiada de América Latina. Muchísimos católicos, indignados con el caso de Fernando Karadima -influyente sacerdote de un barrio acomodado de esta capital, hallado culpable de abusos sexuales a menores en 2011-, se alejaron de su fe. Aunque el de Karadima no fue el único caso, sino que el escándalo golpeó a cerca de 80 religiosos, incluso a maristas y jesuitas. Y se extendió a quienes son considerados encubridores de abusos, como Juan Barros, sacerdote del selecto y carismático grupo de Karadima que fue designado en 2015 como obispo de la localidad de Osorno, en una movida resistida por laicos y que repercutió también en la imagen del Papa. Grupos de Laicos de Osorno protestaron ayer con pancartas en el trayecto que hizo el papamóvil desde el aeropuerto hasta la nunciatura.

Algunas estimaciones hablan de una sangría de católicos en Chile: de ser el 80% de la población hace 30 años, ahora apenas alcanzan el 60%.

Más allá de mencionar de buenas a primeras el escándalo de abusos, en su primer discurso en Chile , Francisco -que fue recibido con todos los honores por Bachelet, que agradeció la visita de la visita de un Papa “amigo”-, tocó otros temas claves de esta compleja visita. Elogió “el desarrollo de una democracia que le ha permitido a Chile un sostenido progreso”, después de haber superado “diversos períodos turbulentos”. Pero también puntualizó que “no es posible conformarse con lo que ya se ha conseguido en el pasado y disfrutarlo como si esa situación nos llevara a desconocer que todavía muchos hermanos nuestros sufren situaciones de injusticia que nos reclaman a todos”. Aludió así a las enormes desigualdades sociales que siguen existiendo en Chile, que también admitió, a su turno, Bachelet, en su discurso, en el que, más allá de los avances, reconoció “deudas pendientes”.

En un discurso en el que citó a la premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, el Papa instó “a seguir trabajando para que la democracias sea de verdad lugar de encuentro para todos”. Y llamó a escuchar a todos: a los desempleados, “a los pueblos originarios, frecuentemente olvidados y cuyos derechos deben ser atendidos y su cultura cuidada”, a los migrantes, a los jóvenes, “protegiéndolos activamente del flagelo de la droga”, a los ancianos y a los niños “que se asoman al mundo con sus ojos llenos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad. Fue entonces, que, consciente de que sólo enfrentando de buenas a primeras los problemas, puede conquistar a los reacios chilenos, volvió a manifestar “dolor y vergüenza” ante “el daño irreparable causado a niños por parte de la Iglesia” y a pedir perdón.

Al trasladarse en un humilde Hyundai azul desde la nunciatura -donde se aloja-, hasta el Palacio de la Moneda -primera cita de un día más que intenso, en el que también celebrará su primera misa multitudinaria en el Parque O’Higgins-, no hubo grandes masas vivándolo. Los pocos que se movilizaron, de todo modos, expresaron todo su afecto, al grito de “¡Francisco, amigo, Chile está contigo!”.

“Cómo está ¿pudo descansar?”, le preguntó Bachelet al Papa, al recibirlo en La Moneda. “Perfecto”, contestó el ex arzobispo de Buenos Aires, evidentemente en buena forma, que al saludar poco más tarde al presidente electo, Sebastián Piñera, y su esposa, le regaló un rosario y más tarde, también lo mencionó en su discurso, desatando un pequeño aplauso.