Piñera fue elegido presidente de Chile por segunda vez

Pese a que las encuestas anticipaban un reñido final, el ex presidente logró más del 54% de los votos frente a Guillier; tras una campaña muy polarizada prometió respetar las diferencias y buscar la unidad.

A pesar de los pronósticos de un reñido final, Sebastián Piñera logró ayer un contundente triunfo electoral, el más amplio en una segunda vuelta desde el retorno de la democracia en Chile. Así, volverá a la presidencia después de cuatro años, esta vez con la promesa de buscar acuerdos en un país que quedó muy polarizado tras la campaña.

Resultados en la Provincia de San Juan, Argentina.

En una primera señal de unidad, Piñera, que obtuvo el 54,47% de los votos, se presentó ante los medios junto a su rival en el ballottage, Alejandro Guillier, que obtuvo el 45,42%.

Piñera tendrá que repetir ahora una escena que se dio en 2010: recibir el mando del país en marzo próximo de manos de Michelle Bachelet. La presidenta llamó por teléfono al ganador a las 20.10.

“Quería llamarlo para felicitarlo por su triunfo, para desearle una muy buena gestión en su mandato, porque usted y yo queremos a Chile. Quería desearle mucho éxito”, le dijo Bachelet a Piñera.

“Presidenta, le agradezco mucho sus palabras, nunca he tenido la menor duda de que usted y yo queremos lo mejor para Chile, y le quiero pedir algo: espero tener la oportunidad de conversar con usted y recibir sus sabios consejos”, pidió el presidente electo.

Entonces, ahí mismo y en transmisión especial por televisión, la gobernante dijo que “por supuesto” y ofreció visitar hoy a su sucesor para coordinar detalles del traspaso. “La invito si quiere a tomar desayuno con los brazos abiertos”, atinó Piñera, y acordaron que a las nueve de la mañana estará bien.

Luego le dijo a Bachelet que en cierta forma la envidia, porque gobernar Chile no es fácil y ahora podrá descansar, y cortaron la comunicación después de enviar saludos a sus familias.

A las 21.22, Piñera realizó su primer discurso como presidente electo en la Alameda, la avenida principal de Santiago. Antes, se presentó junto a Alejandro Guillier frente a la prensa. Primero habló Guillier y comprometió una colaboración eficaz como oposición “para que a todo Chile le vaya bien”.

Después, Piñera recordó: “Tuvimos que trabajar juntos en el pasado [cuando Piñera era dueño del canal en Chilevisión fue jefe de Guillier] y estoy seguro de que vamos a seguir trabajando juntos en el futuro”.

“Chile necesita acuerdos, diálogo, porque así los países crecen sobre roca (…) En la primera vuelta, obtuvimos menos votos de lo que creíamos y en la segunda vuelta, obtuvimos más votos de lo que creíamos. Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias. Suficiente”, agregó, y tomó de la mano a su esposa, Cecilia Morel, y todos salieron del salón.

Ya en la calle, se dirigió a sus adherentes enviando su solidaridad a la Villa Santa Lucía, en el sur de Chile, arrasada por un aluvión anteayer. Luego de agradecer, dijo que ayer “se apagó la voz de los candidatos y se escuchó fuerte y clara la voz de los chilenos”.

Una hora después, y luego de haber llamado por teléfono a su adversario, Guillier reconoció públicamente la derrota. “Quiero en esta noche felicitar a mi contendor, Sebastián Piñera, el nuevo presidente de la república, a quien ya llamé para felicitar por su impecable y macizo triunfo”, dijo, y luego habló directo a sus seguidores.

“Cariñosamente, los invito a aprender la lección, a estudiar los resultados del voto ciudadano y a reconstruir una opción democrática, basada en los principios de solidaridad, libertad e igualdad de oportunidades”.

Sobre el resultado, Guillier fue autocrítico, aunque matizó su mensaje: “Hemos sufrido una derrota dura y en las derrotas es cuando más se aprende. Debemos levantar nuestro ánimo y salir a defender las reformas en las que creemos, tenemos que trabajar para renovar nuestros liderazgos, nuestras formas de acción política, ir más a los movimientos sociales, olvidarnos de tantos palacios e ir a las juntas de vecinos, a las organizaciones sociales”.

La sintonía con Macri auspicia una mayor integración

El resultado de los comicios de ayer puede darles un impulso sustancial a las relaciones bilaterales entre la Argentina y Chile, que en los últimos dos años protagonizaron la firma de numerosos acuerdos y avanzaron en el desarrollo de proyectos conjuntos.

En el Gobierno argentino suelen definir el vínculo entre Macri y Piñera como “amistoso” y la postura de ambos se muestra homogénea en cuestiones ligadas a la política regional.

La sintonía también quedó demostrada la semana pasada, cuando se conoció un video que el Presidente grabó con elogios al empresario. Una muestra de apoyo explícita en tiempos electorales pocas veces vista en la diplomacia.

El video fue hasta ahora la última expresión de afinidad política en un año en el que Macri se reunió con Piñera tres veces. En Olivos en enero de este año, el chileno dijo que apostaba por una “mayor integración energética y económica” entre ambos países, que no han “aprovechado todas las oportunidades”.

Una de las principales obras de integración, en la que el Gobierno de Mauricio Macri avanzó mucho es el Túnel de Agua Negra, que unirá a la Provincia de San Juan (Argentina) con la Región de Coquimbo (Chile). Se espera que por la buena relación de ambos mandatarios se agilice el proceso para la construcción del tan ansiado Túnel Binacional.

Foto: Reuters / Ivan Alvarado